viernes, 2 de noviembre de 2012



Quien alguna vez haya tenido la magnífica posibilidad de internarse en una recorrida por un monte indígena habrá encontrado en él un paisaje distinto al que usualmente conocemos. Acostumbrados a las praderas, la espesura del monte cambia totalmente. Internarse significa encontrar aromas y colores particulares, formas que se enlazan, respirar un aire distinto y disfrutar del silencio que se quiebra en sonidos nuevos o pocos conocidos. Un observador atento reconoce huellas y rastros de animales, el roce con distintos integrantes de la vegetación interceptados a su paso, los sonidos de insectos, los cantos de las aves que se escuchan pero no siempre se ven, silbidos que sorprenden y cursos de agua con sonidos propios.
Lo que en este blog se encontrará será la hermosa oportunidad que tuvimos con mi grupo de 5to año B3 el día 13 de octubre de 2012 de visitar el Salto del Penitente (Minas) y la descripción de los bellos montes y sierras que nuestro país contiene. Allí encontramos muchas especies y el hermoso paisaje del sitio. A continuación dejaré alguna información sobre monte indígena, distintos tipos de montes, monte ribereño o de galería, monte de quebrada, monte serrano, mares de piedra, interacciones en el monte, valor del monte  



El monte indígena:
El monte nativo denominado en nuestro país como monte indígena, natural o autóctono. El monte indígena puede ser definido como una formación vegetal que predomina la asociación de árboles y arbustos de distintas especies que se desarrollan sin la intervención humana. Los montes nativos representan una pequeña parte del territorio ocupando alrededor del 3% de la totalidad de la superficie del país. Los departamentos con mayor cobertura total de los diferentes tipos de monte nativo son: Tacuarembó, Artigas, Cerro Largo, Rivera, Maldonado y Río Negro. La flora arbórea y arborescente del Uruguay comprende alrededor de 260 especies, contándose con unas 120 especies de árboles y unas 140 especies de arbustos, que en conjunto representan un 10% de la flora de todo el país.
La temperatura, la humedad atmosférica, los vientos, los tipos de suelos, la luminosidad determinan el tipo de vegetación presente en cada monte. Los montes indígenas que se encuentran al norte del Río Negro están compuestos por mayor número de especies que los que se encuentran en el sur y sus árboles son de mayor tamaño.
La distribución dentro de un monte se establece de acuerdo a los requerimientos de cada especie. La disposición y composición de los árboles influye en la composición del resto de la flora y fauna que integran el ecosistema monte. Los árboles con requerimiento hídrico alto, como los sauces o sarandíes se encuentran muy cerca del agua. Otras especies con mayor requerimiento de agua, como el espinillo, la aruera, molle se ubican en la parte externa del monte. La intensidad de luz requerida por las distintas especies influye sobre la estratificación vertical de la vegetación en el monte. Las estrategias para favorecer la captación de luz son diferentes. La altura es una de ellas y diferentes árboles desarrollan altura y llegan a la parte superior del monte donde la luminosidad es mayor. Algunas especies crecen y alcanzan considerable altura por sí solas, otras lo hacen trepando o adhiriéndose a las partes más altas de un árbol. Los arbustos que requieren de mayor radiación solar y no pueden competir por la luz con especies de mayor altura con frecuencia se encuentran en la zona externa del monte.
En el monte hay especies vegetales que tienen la capacidad de crecer y desarrollarse sin protección de las demás especies vegetales y expuestas a gran luminosidad, viento, temperaturas extremas. Estas especies son consideradas especies pioneras porque permiten que posteriormente se desarrollen otras y que el monte se recomponga en caso de perturbaciones como puede ser la gran inundación o a la tala. Algunos las nombran como especies colonizadoras y destacan como ejemplo de ellas al palo de jabón, carobá, guayabo colorado y aruera.
Pensar en un monte es imaginarse su vegetación pero la fauna también es componente del monte. Distintas especies animales encuentran refugio en él, un lugar donde reproducirse y/o alimentarse. Los animales son más abundantes que los propios vegetales, tanto en número de individuos como en número de especies y el monte también depende de ellos.


 Distintos tipos de montes:
El concepto monte indígena abarca en Uruguay distintos tipos de montes y algunos de savana y se clasifican de distintas formas. Una de ellas toma como criterio la densidad del monte, separándose en montes cerrados y abiertos. En el monte cerrado los árboles cubren con su copa la totalidad del suelo, y en el monte abierto están distanciados entre sí y lo que predomina es una cobertura de suelo por plantas herbáceas como las gramíneas.Otra clasificación es el monte rivereño, monte de quebrada, monte serrano, monte de parque, monte ralo de los mares de piedra, etc.

Monte rivereño:
El monte rivereño se extiende en las márgenes de los cursos de agua de arroyo, ríos y cañadas, de las lagunas y en islas. De todos los montes este es el que abarca mayor número de hectáreas. Se separa en zonas que se extienden en franjas paralelas al curso de agua, contra el margen del curso de agua se encuentran especies que requieren mayores recursos hídricos tales como sauces, sarandíes, mataojos, etc. Ésta vegetación en los márgenes de los ríos y arroyos protege de la erosión que al fijar sus raíces disminuye la velocidad del agua. En la franja intermedia hay especies que tienen menos requerimientos de agua y aquí se encuentran los tarumanes y laureles y en la franja más alejada del curso de agua crecen especies que se adaptan a altas temperaturas y vientos y a carencia de agua entre ellos están el molle, la aruera y coronilla. En el límite del monte rivereño con la pradera se encuentran formaciones vegetales de pajonales y arbustos. La flora y fauna de los montes rivereños del norte presenta mayor riqueza y abundancia de especies que en el sur, a causa de que el clima es más cálido.
Este tipo de montes es el hábitat de variadas especies como la Gallineta Grande (Aramides cajanea), la Urraca Común (Cyanocorax chrysops) ,el Boyero Ala Amarilla (Cacicus chrysopterus), la Pava de Monte (Penelope obscura), entre otros.





Gallineta Grande (Aramides cajanea) 


Monte de quebrada:
El monte de quebrada es un sistema frágil que depende de las condiciones topográficas de la humedad, temperatura y riesgo de erosión para mantenerse. Como el anterior está asociado a cursos de agua, pero este se ubica en las gargantas existentes en las cuencas basálticas del norte del país. Se trata de valles excavados por cursos de aguas rodeados de paredes rocosas con pendientes más o menos pronunciadas. En éstos lugares se forman microclimas donde la humedad es alta, hay poca luminosidad y escasos vientos. La característica de la vegetación aquí presente se encuentra en montes de quebrada a alturas y diámetros de troncos mayores y se encuentran algunas especies que no hay en otras partes del país. Las copas de los árboles pueden alcanzar alturas de 15 a 20 metros. Por ejemplo: palo de jabón y guayabo.
Por debajo del estrato superior se encuentran especies de menor altura como el plumerillo, chal-chal, blanquillo y algunos helechos. A nivel del suelo se encuentra gran variedad de especies trepadoras donde se destacan helechos de pequeño porte.


Allophyllus edulis
Chal Chal 

Sebastiania brasiliensis
Blanquillo

Calliandra tweedii
Plumerillo rojo

Helecho:
Helecho de tronco (Dicksonia sellowiana).

Algunas aves presentes en el monte:

Urraca Común (C. chrysops)
Cuervo Cabeza Roja (C. aura)


Gavilán Patas Largas (G. caerulescens)


Monte serrano:
Este monte se desarrolla al sur del país evaluando la superficie del país que cubre es el segundo en extensión después del monte rivereño, y se desarrolla en zonas pedregosas como cerros sierras y asperezas. La vegetación que se destaca son especies altas en las faldas de los cerros. El canelón y el tembetarí pueden llegar a medir 8 metros de alturas al pie de las Sierras de las Ánimas. En la parte alta de los cerros el monte es más achaparrado y se forman arbustos decorativos como el romerillo, espina de la cruz. Los cerros más altos no tienen ni árboles ni matorrales en sus cumbres, solo especies herbáceas. Varia de la especies del monte serrano, presentan espinas u hojas pequeñas que se adaptan a las condiciones de poca agua.

El monte serrano ha sido dañado por la producción leñera donde se talan especies de buena calidad como coronilla, molle, etc. Estas acciones humanas inciden modificando la composición del monte. 










Se forman densos matorrales de especies como:


Arrayán
(Blepharocalyx salicifoluis)

Tala (Celtis spinosa )

Coronilla (Scutia buxifolia)

Algunas especies de aves típicas de este ambiente:

Calandria Común (Mimus saturninus).
Zorzal
(Turdus rufiventris)

Sabiá (Turdus amaurochalinus)



Mares de piedra:
Es un tipo de monte ralo que se desarrollan en los llamados “mares de piedra” el más conocido es el de la sierra de “Mahoma” (depto. San José), existen otros más pequeños en departamentos como Colonia, Florida, Durazno y Canelones. Su aspecto es sumamente interesante dado que las especies arbóreas y arbustivas alternan con grandes zonas rocosas, donde se observan líquenes, zonas ennegrecidas por algas cianofíceas y plantas xerófilas.

Sierra de Mahoma.


Especie que alcanza el mayor desarrollo en el mar de piedra, el canelón.


Interacciones en el monte:
La gran cantidad de seres vivos que componen el monte interaccionan entre sí y con su entorno de forma variada, compleja y no siempre evidente.
Se establecen numerosas interacciones entre especies vegetales y animales. Los árboles, arbustos y aún las hierbas y hojas caídas del suelo del monte ofrecen a los animales un lugar propicio para reproducirse, anidar, hacer madrigueras, ocultarse de sus predadores, y obtener alimento. Algunas ratas y ratones arborícolas habitan nidos propios o abandonados. Existen murciélagos que viven en huecos de troncos de árboles bajo sus cortezas o en hojas secas de palmeras. Las especies de aves del país encuentran en los montes las condiciones y recursos necesarios para su vida. Algunas como cigüeñas y garzas utilizan el monte como refugio temporal. También se distingue la presencia de loros, horneros y boyeros por sus llamativos nidos y en la noche búhos y lechuzas por los sonidos característicos que emiten. Los pájaros carpinteros hacen huecos en los troncos de los árboles donde nidifican para la puesta de huevos. Especies de anfibios y reptiles encuentran en estos montes alimento y lugar donde reproducirse. La rana monito hace un nido en base al amontonamiento de varias hojas de árboles y arbustos próximos al agua en donde pone los huevos, donde luego surgen los renacuajos. Dentro de los reptiles la tortuga cuello de víbora utiliza las raíces de los sarandíes como refugio, algunos de estos reptiles actúan como controladores biológicos de poblaciones de roedores. En el monte indígena pueden encontrarse varios ejemplos de herbivoría y carnivoría dentro de la interacción de predación. Los principales herbívoros del monte son artrópodos, especialmente insectos en etapa adulta o larvaria. También existen artrópodos carnívoros donde se destacan las arañas, grandes consumidoras de insectos. Los pájaros carpinteros se alimentan de orugas consumidoras de madera y así controlan el crecimiento de poblaciones de estos insectos. Aún existen gatos salvajes que trepan en busca de alimento y refugio en los árboles del monte.
Otra interacción de relevancia que se realiza es la de polinización que depende de insectos y aves, al alimentarse del néctar o del polen, cumplen ese papel. Otro ejemplo de mutualismo surge entre las especies de aves que se alimentan de frutos y realizan la dispersión de semillas a grandes distancias de la planta madre por su materia fecal.

Valor del monte


Valor del monte:
El valor del monte es el monte mismo. En primer lugar hay que conservarlo por su propio valor de existencia porque nada lo sustituye a lo largo de la historia el hombre lo ha encontrado para proveerse de leña, carbón, madera para construcciones y oportunidades de caza por lo que lo ha diezmado a lo largo de tiempo. En la actualidad tiene que ser preservado y su tala indiscriminada está prohibida. Sigue siendo proveedor de refugio y sombra para el ganado y muchas de las especies naturales, el monte ofrece una gama de potenciales usos que de conocerse y valorarse favorecerían su preservación.   La fruticultura podría desarrollarse si se usaran las especies atractivas como el guayabo del país, el butiá, la pitanga, y el arazá. También existen posibilidades de desarrollo de la apicultura, ya que tiene la ventaja de presentar floración temprana en varias especies, buenas productoras de polen y néctar. El color aroma y sabor de la miel dependen principalmente de la fuente floral de la cual proviene el néctar. Por eso las mieles que proceden de los montes del nor-este y este del país son llamadas mieles oscuras y se caracterizan por su contenido de antioxidantes y propiedades antibacterianas. Desde el punto de vista de uso medicinal, existen en el monte indígena 48 especies a las que se les asigna algún uso medicinal, sarandí, molle, congorosa. Del monte se extraen leña y madera para postes y otros usos, siendo importante que se lo haga de manera racional. También podrían extraerse resinas, látex, pigmentos, esencias para la elaboración de perfumes y aceites. El valor del monte no se agota solo por el hecho de suministrar materias primas, es menos evidente pero de enorme importancia que protege suelos, cuencas de ríos y arroyos, así como la diversidad biológica.
Imágen representativa que puede ayudar a que la gente tome conciencia sobre el valor del monte.