viernes, 2 de noviembre de 2012


El monte indígena:
El monte nativo denominado en nuestro país como monte indígena, natural o autóctono. El monte indígena puede ser definido como una formación vegetal que predomina la asociación de árboles y arbustos de distintas especies que se desarrollan sin la intervención humana. Los montes nativos representan una pequeña parte del territorio ocupando alrededor del 3% de la totalidad de la superficie del país. Los departamentos con mayor cobertura total de los diferentes tipos de monte nativo son: Tacuarembó, Artigas, Cerro Largo, Rivera, Maldonado y Río Negro. La flora arbórea y arborescente del Uruguay comprende alrededor de 260 especies, contándose con unas 120 especies de árboles y unas 140 especies de arbustos, que en conjunto representan un 10% de la flora de todo el país.
La temperatura, la humedad atmosférica, los vientos, los tipos de suelos, la luminosidad determinan el tipo de vegetación presente en cada monte. Los montes indígenas que se encuentran al norte del Río Negro están compuestos por mayor número de especies que los que se encuentran en el sur y sus árboles son de mayor tamaño.
La distribución dentro de un monte se establece de acuerdo a los requerimientos de cada especie. La disposición y composición de los árboles influye en la composición del resto de la flora y fauna que integran el ecosistema monte. Los árboles con requerimiento hídrico alto, como los sauces o sarandíes se encuentran muy cerca del agua. Otras especies con mayor requerimiento de agua, como el espinillo, la aruera, molle se ubican en la parte externa del monte. La intensidad de luz requerida por las distintas especies influye sobre la estratificación vertical de la vegetación en el monte. Las estrategias para favorecer la captación de luz son diferentes. La altura es una de ellas y diferentes árboles desarrollan altura y llegan a la parte superior del monte donde la luminosidad es mayor. Algunas especies crecen y alcanzan considerable altura por sí solas, otras lo hacen trepando o adhiriéndose a las partes más altas de un árbol. Los arbustos que requieren de mayor radiación solar y no pueden competir por la luz con especies de mayor altura con frecuencia se encuentran en la zona externa del monte.
En el monte hay especies vegetales que tienen la capacidad de crecer y desarrollarse sin protección de las demás especies vegetales y expuestas a gran luminosidad, viento, temperaturas extremas. Estas especies son consideradas especies pioneras porque permiten que posteriormente se desarrollen otras y que el monte se recomponga en caso de perturbaciones como puede ser la gran inundación o a la tala. Algunos las nombran como especies colonizadoras y destacan como ejemplo de ellas al palo de jabón, carobá, guayabo colorado y aruera.
Pensar en un monte es imaginarse su vegetación pero la fauna también es componente del monte. Distintas especies animales encuentran refugio en él, un lugar donde reproducirse y/o alimentarse. Los animales son más abundantes que los propios vegetales, tanto en número de individuos como en número de especies y el monte también depende de ellos.

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